Rendimiento y desarrollo personal

Salir de la zona de confort

¿Qué es la "zona de confort"?

La zona de confort es un estado conductual. La zona de confort es este piloto automático en el que nos encontramos atrapados la mayoría de nosotros durante nuestra vida cotidiana. Dentro de tu zona de confort apenas tienes emociones fuertes: ni temor ni amor, ni pasión ni emoción. Debido a esta falta de sensaciones a menudo no somos aún conscientes de que estamos en esta jaula de condicionamiento mental.

Justo cuando estás a punto de salir de tu zona de confort y estás acercándose a sus límites, empiezas a sentir algo. Ahí es donde tus manos empiezan a sudar, te tiemblan las rodillas, tu corazón se acelera y sientes esa extraña sensación en el estómago. Es posible que esto sea por hacer algo nuevo, existiendo la posibilidad de un rechazo social, de que vayas más allá de tus límites o que estés nadando contra la corriente.

¿Por qué tenemos una "zona de confort"?

La zona de confort depende en gran parte del acondicionamiento social, por el que todos pasamos durante toda nuestra vida. Comenzó con nuestros padres que nos decían qué hacer y qué no, luego nuestros maestros nos dijeron lo que era correcto y lo incorrecto y también nuestros compañeros y amigos nos hicieron saber que comportamiento era aceptable y cual no. Esto fue así y continuará así a lo largo de nuestra vida. Cuando éramos muy jóvenes y nos comportábamos de una manera diferente a la inculcada por nuestros padres o maestros, nos reprendían, castigaban a nosotros o tal vez incluso nos rechazaban.

Por estas razones hemos aprendido a evitar el comportarnos de una manera que los demás no quieren que nos comportemos. Esto se manifiesta en el miedo al rechazo social, a ser mirado de forma extraña o a ser juzgado de manera negativa. Se trata de un proceso por el que todos pasamos, y por eso es importante, para que nuestra sociedad pueda funcionar. Por lo tanto el miedo que nos atrapa en nuestra zona de confort también nos hace adaptarnos bien como parte de la sociedad, lo que hasta cierto punto es bueno. Pero hay situaciones donde nuestros miedos y nuestra zona de confort realmente nos obstaculizan para hacer las cosas que realmente queremos.

Salir de la zona de confort

¿Por qué deberíamos salir de nuestra zona de confort?

Permanecer dentro de nuestra zona de confort no es malo "per se". Puede ser un lugar donde recargar y recuperar tu energía. Estar tumbado en el sofá y ver una película de vez en cuando es una cosa muy bonita. Tener alguien que te dice qué hacer y realizar una determinada tarea que no exija pensar mucho, a veces es también un pensamiento muy reconfortante. Aunque dentro de su zona de confort, no sucederán muchas más cosas. Dentro de tu zona de confort no aprenderás cosas nuevas, experiencias emocionantes o dar el siguiente gran paso en tu carrera. Sólo cuando sales fuera de tu zona de confort empiezas a crecer.

El problema es que la mayoría de la gente permite que el miedo al rechazo se lleve lo mejor de ellos. Hay un montón de cosas que realmente nos gustaría hacer o que realmente deberíamos hacer, pero como están fuera de nuestra zona de confort nunca conseguirás hacerlas. Es en la frontera de nuestra zona de confort, donde la sensación de nerviosismo o ansiedad puede llegar a ser tan fuerte que la mayoría de nosotros renunciamos a este sentimiento y no me refiero a este inversor importante, al que le gusta esa chica linda o a ir a esa fiesta donde no conoces a nadie. Así que si quieres experimentar nuevas sensaciones, sentir emociones fuertes, crecer personalmente y dar paso a una carrera mejor empieza saliendo de tu zona de comodidad.


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